martes, 8 de octubre de 2013

EL YAK

Yak


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El Yak es un bóvido de gran tamaño y pelaje lanoso nativo de las montañas de Asia Central y el Himalaya, donde se encuentra tanto en estado salvaje como doméstico.

Historia

Se considera generalmente que el yak fue domesticado por primera vez en el Tíbet o sobre las pendientes norte del Himalaya, aproximadamente 2.500 años a.C., y es probable que hayan existido estrechos contactos entre el yak y el hombre desde siempre, a partir de las primeras migraciones a las altas montañas de Asia.
El yak doméstico difiere poco en apariencia de su antepasado salvaje, excepto que son bastante más pequeños, tienen cuernos más cortos y más finos, y el color del pelo puede ser negro, pardo, blanquecino, e incluso manchado de varios colores.
En la actualidad, la cifra de ejemplares de yak domésticos se calcula en más de un millón. Sobre las altas mesetas del Tíbet, durante la estación sexual, de julio a septiembre, se ha informado que yaks salvajes se mezclan con hatos de yaks domésticos para cruzarse. El cruce entre las dos especies de yak produce un híbrido normalmente fértil.

Características

Los yak salvajes son mucho más grandes que sus parientes domésticos. Los toros adultos alcanzan 1.5 – 2 m. a la cruz, y pueden pesar hasta 1.000 kg.
A mayores alturas, cuando los caballos se quedan rápidamente sin aire, los yak pueden fácilmente ganarles en carrera.
El dimorfismo sexual es muy pronunciado, siendo las hembras mucho más pequeñas que los machos.
El yak salvaje tiene cuernos muy largos, de hasta 90 cm., que son a menudo transformados en recipientes para la leche por los criadores nómadas. Los cuernos se encuentran en ambos sexos, aunque los de las hembras son considerablemente más pequeños y más cortos, en ambos casos crecen curvándose hacia atrás.
Las patas del yak son cortas y las pezuñas son grandes, como parte de una adecuada adaptación a los entornos montañosos. La longitud de la cola puede alcanzar los 60 cm.
Todos los yaks salvajes son marrón oscuro hasta casi negro, con una línea dorsal gris plateada, una banda gris alrededor del morro y una joroba sobre sus hombros.

Comportamiento

Los yak salvajes son animales violentos y desconfiados.

Alimentación

El yak se alimenta de plantas bajas y carecen de depredadores, aunque pueden sufrir el ataque (muy raramente) de los osos.

Distribución

El yak es nativo de las montañas de Asia Central y el Himalaya, donde se encuentra tanto en estado salvaje como doméstico.
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Reproducción

El periodo de gestación del yak es de 258 días. Los partos se producen cada dos años, y en ellos dan a luz a una sola cría, que será destetada alrededor del año de vida.
Alcanzan la madurez sexual a los seis años de edad, y se les estima una esperanza de vida de 23 años.
La temporada de apareamiento del yak comienza en septiembre, con una duración de varias semanas en las que los toros luchan entre sí por las hembras. Las crías nacen normalmente durante el mes de junio, coincidiendo con la temporada de mayor abundancia en la meseta Tibetana.

Estado de conservación

No existe estimación del tamaño de la población de esta especie, pero probablemente no sobrepasen algunas centenas de ejemplares. Avistamientos realizados por la Academia Sínica en China entre 1973 – 76 dan cuenta de 800 animales; sin embargo, informes recientes provenientes del Tíbet indican que la fauna salvaje en ese país ha disminuido considerablemente y que el yak ha sido casi exterminado.
Esta marcada disminución de las poblaciones de yak, se debe fundamentalmente a la caza no controlada. Los hatos que subsisten, están dispersos por las zonas más aisladas de su antigua zona de distribución.
No hay yaks salvajes en los parques zoológicos. Los yaks domésticos mostrados en esos lugares, son generalmente de un tipo degenerado, ya que este animal no está adaptado a las bajas alturas.
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El yak y su utilización textil

Los yaks son los únicos bovinos capaces de sobrevivir a tales alturas. Sobre las alturas frías pueden trabajar y producir leche y carne en forma más eficiente y económica que las vacas. En las zonas más bajas de su área de distribución, el yak es a menudo cruzado con los otros bovinos. El macho es habitualmente un toro doméstico y la hembra es yak. El híbrido, de los cuales la hembra es fértil en tanto que el macho es estéril, es llamado «dzo». El «dzo» es preferido para trabajar la tierra en el Tíbet, puesto que se dice que el yak doméstico es testarudo.
En el pasado el yak salvaje ha sido a menudo designado como Bos mutus y el yak doméstico como Bos grunniens, aunque parece mucho más apropiado clasificar a ambos animales en el género Poephagus.

El Yak doméstico

El yak doméstico difiere poco en apariencia de su antepasado salvaje, excepto que son bastante más pequeños, tienen cuernos más cortos y más finos, y el color del pelo puede ser negro, pardo, blanquecino, e incluso manchado de varios colores.
En la actualidad, la cifra de ejemplares domésticos se calcula en más de un millón. Sobre las altas mesetas del Tíbet, durante la estación sexual, de julio a septiembre, se ha informado que yaks salvajes se mezclan con hatos de yaks domésticos para cruzarse. El cruce entre las dos especies produce un híbrido normalmente fértil.
Los yaks domésticos son excelentes animales de carga y de silla, y pueden cargar hasta 150 kg. A mayores alturas, hasta los 6.000 metros, un yak puede llevar una carga o un hombre a marcha moderada durante varios días seguidos y quedar en buen estado.
En Asia Central se emplea a este yak para llevar cargas y tirar del arado. También se crían por su carne, leche (de color rosa, con la que se hacen quesos y mantequilla de gran calidad) y pieles. El yak es un animal muy apreciado por ello en el Tíbet, donde las familias adornan a sus animales con cintas tanto para diferenciarlos de los demás, como por simples motivos estéticos. La leche tiene un tenor graso muy elevado, y en algunos lugares, la manteca del yak es utilizada en grandes cantidades como alimento y como aceite para iluminación.

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