Quebrantahuesos
El quebrantahuesos es un buitre muy distinto a las aves de presa parecidas. Se trata de una especie amenazada en amplias zonas de su distribución, y en el continente europeo es un animal en grave peligro de extinción que ha desaparecido de varias regiones donde antes era abundante.
Características
La envergadura media del quebrantahuesos es de 2,5 m, aunque algunos ejemplares pueden alcanzar los 2,8 m. Su peso puede variar entre 4,5 y 7 kg. Son características de esta especie las alas largas y estrechas, la cola larga en forma de rombo y el hecho de tener la cabeza recubierta de plumas, al contrario que el resto de buitres. Esto se debe a que el quebrantahuesos no introduce la cabeza y cuello en los cuerpos de animales muertos, sino que es una especie osteófaga (de hecho, es la única ave que se alimenta casi exclusivamente de huesos): cuando los mamíferos carnívoros, cuervos y otras especies de buitres han hecho desaparecer las partes blandas, los quebrantahuesos acuden para alimentarse de los huesos. Cuando estos son demasiado grandes para poder tragarlos los agarra con sus patas y los deja caer en zonas rocosas para partirlos en fragmentos más pequeños que pueda ingerir. Esta práctica no es para comer el tuétano, como mucha gente cree, el quebrantahuesos ingiere el hueso entero, pudiendo tragar trozos de hasta 20 cm de longitud. Se estima que un 75% de su dieta se compone de lo que obtienen de los huesos de ungulados domésticos y salvajes. El resto lo componen pellejos y restos de carne, y alguna que otra tortuga muerta, previo despeñamiento de su caparazón. Se alimenta de huesos y otros restos de animales muertos. El color del plumaje varía enormemente con la edad, distinguiéndose hasta 4 coloraciones diferentes a lo largo de la vida del animal:
Los individuos de quebrantahuesos de menos de un año tienen una coloración parda clara en el vientre, marrón en la cara interna de las alas y la cola y negra en los extremos de éstas, cabeza y dorso. En la espalda se observa un escudete de pelaje blanco. Entre 1 y 3 años el cuello sigue siendo oscuro, pero las plumas de la cara y vientre han cambiado a amarillentas, como en el adulto. La cola se ha vuelto ligeramente más clara.
Entre 3 y 6 años las plumas de las alas se vuelven grisáceas, mientras que las del cuello empiezan a sustituirse por marrones y luego amarillentas. Las de los hombros y brazos se oscurecen con el tiempo.
Los individuos de quebrantahuesos de más de 6 años tienen las alas y la cola más afiladas. El cuerpo, cuello y cabeza son enteramente blanco-amarillentos, algo sólo interrumpido por el antifaz negro de los ojos y en algunos casos un fino collar de plumas negras en la base del cuello. Las alas y cola son grises, aunque en el caso de las primeras destacan las coberteras negras y las axilas blancas. El dorso es pardo oscuro.
Además, la subespecie presente en Eurasia y el Magreb (G. b. barbatus) presenta en estado adulto unas ligeras líneas negras en la zona de los oídos, característica de la que carece la subespecie del sur y este de África (G. b. meridionalis). Esta especie no presenta dimorfismo sexual.
Alimentación
El quebrantahuesos no introduce la cabeza y cuello en los cuerpos de animales muertos, sino que es una especie osteófaga (de hecho, es la única ave que se alimenta casi exclusivamente de huesos): cuando los mamíferos carnívoros, cuervos y otras especies de buitres han hecho desaparecer las partes blandas, los quebrantahuesos acuden para alimentarse de los huesos.
Cuando estos son demasiado grandes para poder tragarlos los agarra con sus patas y los deja caer en zonas rocosas para partirlos en fragmentos más pequeños que pueda ingerir. Esta práctica no es para comer el tuétano, como mucha gente cree, el quebrantahuesos ingiere el hueso entero, pudiendo tragar trozos de hasta 20 cm de longitud. Se estima que un 75% de su dieta se compone de lo que obtienen de los huesos de ungulados domésticos y salvajes. El resto lo componen pellejos y restos de carne, y alguna que otra tortuga muerta, previo despeñamiento de su caparazón. Se alimenta de huesos y otros restos de animales muertos.
Hábitat y distruibución
Los quebrantahuesos habitan en zonas montañosas y escarpadas, dotadas de grandes barrancos o acantilados desde donde poder arrojar sus capturas para alimentarse de ellas. Además, prefiere buscar también zonas de cuevas, donde pueda nidificar sin ser molestado. Los quebrantahuesos suelen compartir hábitat con rebecos y cabras montesas. En la actualidad únicamente se han mantenido sin extinguirse en los Pirineos.
La zona de nidificación y alimentación del quebrantahuesos puede ser abandonada si no hay cadáveres en ella, aunque luego retornan con sus capturas. Estudios realizados en Sudáfrica demostraron que los quebrantahuesos meridionales pueden recorrer planeando zonas de hasta 30 km² buscando algo con que alimentarse. Los jóvenes que se independizan de sus padres también recorren largas distancias, pero vuelven a sus áreas de origen cuando llegan a la madurez para encontrar pareja y formar un nido, por lo que la velocidad a la que se expande su área de distribución es muy lenta. Los polluelos criados en semilibertad en los Picos de Europa y los Alpes, donde esta especie se había extinguido, se han instalado allí sin problemas. Se espera reintroducir también la especie en la sierra de Cazorla y la de Segura.
Subespecies de quebrantahuesos
- Gypaetus barbatus barbatus: de las montañas del sur de Europa y noroeste de África al centro y noreste de China.
- Gypaetus barbatus meridionalis: este y sur de África y sudoeste de Arabia.
Reproducción
Las parejas de quebrantahuesos se forman al comienzo de la madurez y se mantienen durante el resto de la vida. Son sedentarias y se reproducen cada año en un único nido que construyen a la entrada de una cueva o en alguna repisa protegida contra los vientos. La época de celo se inicia en septiembre u octubre, realizándose las puestas (normalmente de dos huevos) entre diciembre y marzo. Ambos padres se turnan para incubar los huevos durante dos meses y luego continúan haciéndose cargo de los polluelos de forma conjunta, pero no evitan que el polluelo más fuerte acabe matando al débil, como ocurre también en las águilas.
Tras 4 meses en el nido, el pollo superviviente de quebrantahuesos madura lo suficiente como para emprender su primer vuelo, pero continúa siendo alimentado por sus padres, a los que ahora acompaña y aprende de ellos a alimentarse por sí mismo. Este periodo de aprendizaje dura entre 95 y 247 días, al cabo de los cuales se produce la emancipación.
Curiosidades
-Se cree que las grandes concentraciones de quebrantahuesos que existían en los valles de la Antigua Grecia originaron el mito del grifo, al que en las representaciones más antiguas se le dibuja con cabeza y garras de este animal. Posteriormente se le cambió la cabeza por la del más común águila real.
-El trágico griego Esquilo recibió una profecía en la que se le decía que moriría aplastado por una casa, por lo que decidió retirarse a vivir al campo, donde murió al ser golpeado en el cráneo por una tortuga soltada desde las alturas por un quebrantahuesos, cumpliéndose metafóricamente la visión. El ave debió confundir su brillante cabeza calva con una piedra.
-El quebrantahuesos forma parte del escudo de armas de Transilvania, a pesar de que hace ya bastante tiempo que se extinguió en esta región.
-Esta especie ha desaparecido de gran parte de Europa en tiempos recientes. En los años 50, por ejemplo, podía encontrarse todavía en todos los sistemas montañosos principales de la Península Ibérica, de donde desapareció debido a las carroñas envenenadas que los ganaderos dejaban para librarse de la presencia de depredadores como el lobo. Hoy, esta práctica ha sido prohibida, aunque sigue siendo uno de las principales amenazas.
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