martes, 8 de octubre de 2013

LA MARTA

Marta


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La marta es un animal de la familia de los mustélidos (un tipo de mamíferos al que pertenencen los hurones y las comadrejas, para que te hagas una idea de su apariencia).

Características

La marta tiene un cuerpo es alargado, con la cabeza ancha, las orejas pequeñas y redondeadas, y el hocico puntiagudo. Las patas son cortas, provistas de 5 dedos, más oscuras que el pelaje y el pelo recubre totalmente las plantas de los pies. La cola es larga y gruesa, bien poblada de pelo y su longitud varía entre los 22 y los 27 cm., soliendo ser de longitud superior a la mitad del largo de la cabeza y el cuerpo juntos.
La cabeza junto con el cuerpo de la Marta, suele medir entre 42 y 52 cm, alcanzando los machos un peso de 1,2 a 2 kg., y las hembras entre 0,9 y 1,5 kilogramos.
El color general de la marta es pardo oscuro, más claro por el vientre y más oscuro por las patas. En el cuello aparece una mancha más o menos triangular, en forma de babero, que puede ser de color crema, amarillo o naranja, que se observa más nítido fuera de la época estival. El color de sus ojos es oscuro, y el de su nariz, negro. Las orejas están bordeadas por un color muy claro.
La Marta posee un total de 38 dientes, observándose en la mandíbula superior 6 incisivos, 2 colmillos, 8 premolares y 2 muelas, y en la inferior, 2 muelas más.
En cautividad puede llegar a alcanzar una edad de 20 años, pero en libertad la esperanza de vida de la Marta suele ser de 10 a 12 años.
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Alimentación

La marta caza al acecho, utilizando más que nada la vista y el oído para localizar a los ratones de campo y ratas de agua. Recurre en primer lugar al olfato para localizar madrigueras y seguir huellas o pistas, lo cual le permite elegir la mejor estrategia para capturar a las presas (acecho, saqueo de un nido).

Hábitat

En su amplio territorio, la marta dispone de varios refugios. Los elige preferentemente en los árboles, a poca altura. Algunos están previstos para protegerse de la intemperie durante las fases de reposo, que si las condiciones climáticas son malas pueden durar varios días. El cubil de parto también se elige en función de la protección que ofrezca contra posibles predadores. Situado en una zona de abundantes recursos alimentarios, será acondicionado y ocupado durante varias semanas.
No obstante, los refugios de la marta son mayoritariamente precarios y sin acondicionamiento: son lugares de reposo que tan sólo se ocupan algunas veces y por pocas horas. Presentan pocas características comunes y están a menudo situados en el hueco de un tronco, un cúmulo de hiedra, un nido abandonado. En invierno, en las zonas de nieves, la marta se recoge en el suelo: en pedreras, debajo de los árboles bajos o incluso de la nieve.
El medio preferido de la marta es el bosque de coníferas adultas; allí es donde se la puede observar más frecuentemente. sin embargo, la superficie de tierras forestales sin explotar disminuye continuamente y la marta debe adaptarse a otros entornos, aunque siempre de características boscosas.

Distribución

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Reproducción

Podrían existir 2 periodos de celo para la marta, uno de ellos durante el invierno, que según diversos autores no se corresponde con un celo real, sino con un periodo de excitación o un falso celo.
El celo real de la Marta puede tener lugar entre los meses de junio y agosto y dura unos 15 días. Durante éste periodo, se observa más movimiento dentro de los territorios, poniéndose juntar varios machos para disputarse a la hembra. El macho vencedor, jugará y luchará con la hembra, en una verdadera parada nupcial, y tras fecundarla, la abandonará.
La hembra mantendrá los espermatozoides del macho vivos en el útero, pero no los fecundará hasta el mes de enero (implantación retardada), teniendo gestación real una duración la de unas 9 semanas.
El parto puede ser de 1 a 7 crías, aunque generalmente nacen entre 2 y 4, tiene lugar generalmente entre marzo y mayo, pudiéndose alargar hasta junio.
Las crías nacen desnudas, con los ojos cerrados, y pesando tan sólo unos 30 gramos. Al cabo de unas 5 semanas, abrirán los ojos, y continuarán mamando hasta transcurridas entre 7 y 8 semanas. Cuando cuenten con 2 meses, comenzarán a salir a jugar fuera del cubil, ocultándose rápidamente ante el menor ruido extraño. La jóvenes Martas no abandonarán a la madre hasta que ésta entre en celo de nuevo al verano siguiente, alcanzando la madurez sexual el macho entre los 15 y 40 meses, y la hembra sobre los 27 meses.

Marcas olfativas

El olfato de la marta también desempeña un papel muy importante en las actividades de marcaje y señalización del territorio mediante defecación, emisión de orina y secreción de glándulas. Los depositos olorosos son de hecho una sutil mezcla de olores característicos de la especie y del individuo, e indican a los demás los límites que no deben sobrepasarse. Por ello, tras fuertes lluvias o nevadas, se realiza un marcado más intenso de las fronteras del territorio. Este rito es propio tanto de los machos como de las hembras.

Curiosidades

  • La marta se desplaza con rapidez, flexibilidad y agilidad: es digitígrada, es decir que anda apoyándose sobre los dedos; su cola tupida le sirve de balancín cuando salta de rama en rama. También muestra mucha destreza en el uso de las patas: puede sorber un huevo manteniéndolo delicadamente entre las patas anteriores, tras haberle practicado dos orificios con los dientes.
  • Como dato curioso, el nombre de la marta en finlandés es “nokia”, y de allí viene el nombre de esa marca de teléfonos (y de una ciudad de igual nombre).

La marta y su relación con el hombre

El impacto de las diversas actividades humanas y las campañas de caza con trampa convierten al hombre en el mayor peligro para la marta, que en realidad tiene pocos enemigos naturales. Su habilidad para trepar a los árboles le permite escapar a menudo de los predadores que la acechan en el suelo. Entre estos últimos se encuentran: el zorro, el coyote, el lince, el puma, el águila real, el búho de Virginia, etc. La incidencia de sus ataques sobre las poblaciones de marta resulta, sin embargo muy baja y las presas capturadas son mayoritariamente animales viejos, enfermos, heridos, aunque también algunas crías.

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